jueves, 23 de junio de 2011

El pez que fuma

Cartel oficial.
Cuando se habla de cine venezolano, sobre sus raíces, sus continuas metamorfosis, sus repasos obligatorios o su época dorada, hay que nombrar a “El pez que fuma”. Una tragedia en tres actos que Cabrujas y Chalbaud idearon como una anti utopía, una retrograda visión sobre la evolución social, sobre las miserias humanas y sobre todo, sobre esas lagrimas que muchos no se atreven a derramar. Su tono gris, vulgar y escamoso, se cimienta perfectamente desde el tema de Daniel Santos que abre los créditos iniciales: “El preso”, de ahí en adelante, todo está más que perdido.
El título de la película viene del burdel que regenta La Garza (Hilda Vera) y su amante Dimas (Miguel Ángel Landa). “El pez que fuma” es un universo paralelo, rodeado de intrigas y repleto de personajes decadentes y amorales. A mi particularmente me gusta definirla como una tragedia, sus tintes shespereanos son evidentes, la manera como el poder es arrebatado a uno por otro, el desplazamiento del gran jefe del local, el crimen y la seducción, son artimañas claramente inspiradas por el que inventara el amor según occidente.

Landa y Vera como Dimas y La Garza.
Por otra parte, no es casualidad que el filme tenga tantos tintes teatrales, la historia originalmente fue una obra de teatro, también escrita por Román Chalbaud. La manera como están confeccionados sus diálogos, ese tono poético que empinan sus personajes, esas palabras cantadas, esa retórica, es típica de las tablas caraqueñas, de allí arrastra “El pez que fuma” parte de su definición y riqueza visual. Algo muy parecido ocurre también en otras películas de Chalbaud y en general en el cine venezolano de los ’70 y ’80.

La Garza y las prostituas del local.
Para nadie es un secreto que Miguel Ángel Landa es un icono de nuestra cinematografía; se ha ganado a pulso unos de los lugares más privilegiados del histrionismo venezolano. Su interpretación en “El pez que fuma” es probablemente de las más importantes. La fuerza que Dimas ejerce sobre la historia es crucial, ya que representa el peldaño entre Tobías y Jairo, el antiguo y siguiente administrador del bar, respectivamente (al fin y al cabo es una historia sobre como el poder cambia de manos gracias a un juego de mentiras y traiciones); y a su vez amantes de La Garza, en quien reposan, por cierto, las frases más celebres de la película:

“─ ¡Ay mi amor, por aquí entraste y por aquí saliste!”

“─ Y eso es lo que te deben hacer, matarte por bolsa.”

“─ ¡Ay mi amor, que me hago la pendeja, hasta que me de la gana de hacerme la pendeja!”
 
La Garza esta llena de glamour y de venezolanidad, en su mundo de luces rojas y desnudos, ella es ama y señora de la verdad, es el centro del universo de “El pez que fuma” y dueña de la felicidad. No puedo imaginar que otra que no fuera Hilda Vera diera acción a este entrañable personaje, fuente inagotable de inspiración para la televisión venezolana, sinónimo de dramaturgia y entereza interpretativa. El siguiente video se corresponde con la que probablemente sea la escena más emblematica (histrionicamente) de "El pez que fuma".



Orlando Urdaneta como Jairo.
Más atrás está Orlando Urdaneta, como Jairo, otro valuarte de nuestro cine y otra pieza clave en “El pez que fuma”, aunque de interpretación bastante más modesta. La aparición de Mimi Lazo, hoy en día puede considerarse todo un guiño, lo cierto es que Haydée Balza y Rafael Briceño completan un elenco formidable de secundarios. A Briceño le debemos la famosa frase que abre el filme: “¡Ahí están, llegaron, llegaron los colchones!”, y que también a inspirado el título de este blog.


El trágico desenlace de La Garza.
Para “El pez que fuma”, el tiempo ha transcurrido a su favor, con los años se ha convertido en un referente del venezolanismo visual, de nuestros temores más absurdos y de nuestra filosofía más criolla; muy a pesar de su modesta producción y su montaje tan áspero. Su connotación política sirvió de base para muchas otras obras de denuncia social. Hoy en día, muchos la consideran la película venezolana más importante.


Ficha técnica
Director: Román Chalbaud.
Guión: Román Chalbaud y José Ignacio Cabrujas.
Producción: Abigail Rojas y Mauricio Walerstein.
Fotografía: Cesar Bolívar.
Edición: Guillermo Cabrera.
Elenco: Hilda Vera, Miguel Ángel Landa, Orlando Urdaneta, Haydée Balza, Rafael Briceño, Arturo Calderón, Ignacio Navarro, Mimi Lazo
Año. 1977.
Duración: 120 min.
Premios: Premio municipal a la mejor película (1977),  Mejor película del festival de Cartagena (1979) y Mejor película del festival de Mérida (1980).

Fuentes:
Venciclopedia.com, imdb.com, Diccionario multimedia de cineastas venezolanos (Oscar Lucien), Español de cine (Antxon Salvador) y Wikipedia.org.

Gabriel Vargas Zapata.
@gvargaszapata

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